Evita caer en los estereotipos corporales

¿Cuántas veces al día te miras al espejo y quedas insatisfecha con la imagen que éste te devuelve? ¿Cuántas veces te escuchas repitiendo la misma frase "estoy gorda", "qué fea soy", "estoy piel y hueso", "odio mi pelo", y cuántas cosas más?. Haz memoria y trata de recordar cuándo te sentiste plenamente a gusto con el reflejo.

Esa disociación mente-cuerpo, se llama "distorsión de la imagen". Este fenómeno ocurre cuando por alguna razón nos dejamos bombardear por estándares de belleza que algunos decidieron que era lo que debía ser seguido. Es así que, comenzamos exageradas rutinas de ejercicios, invertimos en cuanto producto mágico nos venden, y ni hablar de una obsesión que se dispara de forma irracional.

Pero vamos mas allá, más profundo. Si tuviéramos que definir la raíz de esa disociación, la mayoría de las veces no es ni siquiera por una cuestión médica, sino de rechazo. Rechazo a quién soy, vergüenza por lo que veo, descontento por no aceptarme. Se dice que reflejamos por fuera lo que somos por dentro, y, sinceramente considero, que por mucho que nos esforcemos por alcanzar un físico "ideal", si no tratamos la verdadera raíz, nunca vamos a lograr un equilibrio.

El secreto está en la aceptación de quién eres, así tal como soy sin tener que seguir ningún tipo de moda, solo empezar por quererme. Cuando esta idea de aceptación se instala en nuestra cabeza se vuelve un principio, el cual ya no lo vamos a negociar por nada ni por nadie. Cuando te vistes con lo que te gusta, cuando te ejercitas pero solo por tu salud, cuando dejas de esconderte, es ahí donde el verdadero cambio ocurre.

Desde SOY te desafiamos a que en los próximos 5 días cambies tu rutina:

* Mírate al espejo y dedícate frases positivas

* Ejercítate por al menos 30 minutos al día, en lo posible al aire libre.

* Incorpora más frutas y verduras a tu alimentación.

* Y, por sobre todo, vístete como más te guste.

Empieza con pequeños cambios para disfrutar de grandes cambios.